domingo, 30 de diciembre de 2012

Una crónica sonora del México decimonónico, entrevista a James Pullés y Ricardo Delgado


15 de agosto del 2009




¿Ya contaban con un gusto por estás composiciones de siglos pasados?

JP - La herencia musical de nuestros compositores siempre nos ha producido mucho placer, alegría y añoranza; para mí, en especial, una añoranza pura y desenfadada, tierna y melancólica, pues muchos de los primeros recuerdos que tengo de música tocada en un instrumento son de algunas de estas obras, interpretadas por mi madre cuando yo tenía unos 5 ó 6 años.

RD – Existe una atracción real por este repertorio, porque me liga con recuerdos de mis abuelos, viendo aquellas películas antiguas del cine mexicano que retrataban su sociedad.

El haber grabado este disco, me hace vivir bellos recuerdos, y al interpretar las canciones, recuerdo lo que mi padre, el Sr. Ricardo Delgado García, cantaba y por supuesto me hacia cantar desde los 4 años. Entre ellas, “El Novillero” de Agustín Lara, inculcándome así, el amor a estas inolvidables composiciones.

También viene a mi mente, los relatos sobre mi abuelo paterno, el Mayor del ejército mexicano a las órdenes de Don Porfirio Díaz, Don Melesio Delgado Calderón, que en plena revolución era pagador asignado, arriesgando su vida, a salto de mata, para que no lo atraparan los revolucionarios. Igualmente recuerdo a mi bisabuelo materno Don Pedro G. Romero, quien fue revolucionario y anduvo después en las campañas políticas con Álvaro Obregón y con Don Emilio Portes Gil, siendo luego presidente municipal de Tampico en 1924.

Entenderás porque siento un gusto al recordar y vivir en carne propia estas canciones tan ligadas a mis recuerdos.

¿"Canciones y valses mexicanos" responde a un interés musical o a uno histórico? ¿Cuál fue el criterio que utilizaron para seleccionar los temas que integrarían el disco?

JP - Definitivamente responde a ambos criterios. Musicalmente, un interés que se lleva en la sangre, un interés que nos lleva a repetir en la mente una y otra vez estos valses -sus melodías, su ritmo, su dulzura- y nos remite a una época de ensoñación. Históricamente también era necesaria: la constante revisión y el rescate de esta música -que es nuestra y de la cual debemos cuidar nosotros mismos, como músicos intérpretes mexicanos- es siempre una labor necesaria y acuciante. El olvido puede amenazar a este repertorio, pero siempre habrá alguien que se esfuerce por sacarlo a la luz, por recordarlo, por recuperarlo.

RD – Existe esa dualidad. Y es un compromiso darle el peso desde la interpretación, desde el disfrutarlo y sentirlo. Ser un representante de aquellos compositores, que parecieran pedir que difundas su obra para dignificarlos.

Valses y canciones mexicanos finales del siglo XIX principios del XX retrata una historia que va engarzada con su época y la historia que la mitifica.

Este material discográfico es una celebración a nuestra herencia cultural. Es intentar decirle a la gente, que existen estas joyas frente a nosotros, y que realmente deseamos que prevalezcan. Son parte fundamental de nuestra cultura, y bajo ese criterio decidimos realizarlo, y agradecemos a la UAM, Xochimilco su apoyo confianza para ello.

¿Cuánto tiempo tomó su realización?

RD- Desde el 2005, planearlo, sustentarlo históricamente, y seleccionar las canciones de acuerdo a la tesitura y temperamento de cada uno de nosotros, posteriormente la grabación fue hecha en el mes de noviembre del 2007 y estuvo listo para los primeros meses del 2008 con un tiraje de 1000 CD, lo hemos estado presentado con recitales en vivo, en diferentes espacios culturales de la ciudad de México, al igual que tuvimos la oportunidad de presentarlo en la University of Texas en Brownsville y Texas Southmost College, en septiembre del 2008, con una grata aceptación.

¿Conocen otro trabajo similar a este, o estas composiciones se han ido relegando?

RD- Sí existen trabajos similares, sin embargo lo que realmente proyectamos con este CD fue el realizar una interpretación, más íntima, apegándonos a la partitura original y a su época, la meta, era hacer algo equilibrado, respetando el arreglo original del compositor cuidando una línea de canto romanticista, grabaciones con ese concepto, casi no hay, o es raro escuchar.

Pienso que estas obras deben de difundirse mas, porque si no, serán propensas a la indiferencia y desconocimiento de las futuras generaciones.

Han puesto en línea estos temas, pero ¿En dónde se puede conseguir este material discográfico?

RD - Solamente está disponible en la Universidad Autónoma Metropolitana y todos sus campus. Y ahora también puede ser escuchada en You Tube donde contamos con un excelente respaldo audiovisual de cada una de nuestras interpretaciones. Es una manera más fácil para llegar a todo público interesado para que disfrute nuestro material que hicimos como una celebración dedicada a nuestro país y a sus autores.

Ricardo y Olimpia comparten el apellido Herbert, ¿Hay vínculos familiares? ¿La suya es una familia de intérpretes?

RD - Olimpia y yo somos hermanos, mi padre fue cantante y uno de los primeros egresados del taller de ópera del desaparecido Instituto Regional de Bellas Artes de Tampico, a principios de los 60s contó con maestros de canto como Jaime Nolla Reyes y José Sosa un tenor de los años 50s que cantó muchas temporadas de ópera en Bellas Artes ( padre de José José). Posteriormente mi padre nos heredó ese gusto por el bel canto y la música clásica mexicana a todas mis hermanas y a mí.

Olimpia siguió sus pasos estudiando en el Conservatorio Nacional de Música, como soprano, luego en ese inter me dediqué hacer escenografías para algunas óperas en el Conservatorio Nacional en el Taller “Mercedes Mendoza” que preside el Mtro. Enrique Jaso (mi actual maestro) que presentamos en varios lugares entre el conservatorio y en la sala Manuel M. Ponce en el Palacio de Bellas artes.

También realicé escenografías en la Escuela de la Danza Mexicana, creo que por ahí salio el interés por los escenarios.

Así el Mtro. Enrique Jaso me preguntó, que si me interesaría aprender a cantar, y empecé a vocalizar con tesitura de barítono, luego canté como solista en el Coro Tlalpan de la Ciudad de México, hasta lograr hacerme de un repertorio bel cantista complementando a su vez mi gusto por la música mexicana.

¿Ha sido difícil llevar el bel canto al público tamaulipeco?

JP - El público tamaulipeco tiene arraigado el amor por el arte, por la música. No resulta extraño que hayan recibido con mucha calidez nuestra propuesta y que reciban con esa misma calidez otras tantas que pretendan, como la nuestra, realizar esa mágica y misteriosa unión entre la música y el oído y el corazón humanos, a través del ejecutante.

RD -La ópera tiene una aceptación en el sur, centro y norte de nuestro país.

La gente es cálida para recibir esta música, en el caso personal con Ángel Rodríguez  cuando nos hemos presentado en Tampico, nos han brindado su cariño, tal fue el caso del Teatro Metropolitano, en el Casino Tampiqueño y en la Gran Logia Masónica, la gente de aquí es noble y saben escuchar, pienso que es necesario que en Tamaulipas estos espectáculos sean abiertos a las diversas clases sociales, hay que hacerlos mas continuamente y gratuitos para formar un mayor público del bel canto, porque en Tampico, hay mucho talento y gente que gusta de esta música.

En el caso de Ricardo, a la par de su trayectoria como cantante barítono tiene una extensa trayectoria en las artes plásticas, ¿Prefiere estar en su estudio de trabajo o sobre el escenario?

RD - Viví un dilema, y le comenté a mi maestro de canto Enrique Jaso, en que camino decidir "si la pintura o la música" y me dijo, ¿realmente te estorba una? y le respondí que no, que si podía administrarme en las dos, y luego me contestó: “Entonces cuál es tu problema si eres feliz con la pintura y con el canto y te gusta pues adelante síguelo haciendo”.

Concierto en The University of Texas at Brownsville and Texas Southmost College








viernes, 28 de diciembre de 2012

MILENIO, Continúa la UAM con la edición de discos dedicados al bel canto






11:41 Continúa la UAM con la edición de discos dedicados al bel canto





27/ enero/2008



Se trata del par de fonogramas “Canciones y valses mexicanos” y “Una tarde barroca”, en el que la unidad Xochimilco de la UAM edita versiones originales de valses y romanzas mexicanas decimonónicas pero con músicos y cantantes actuales.


México, DF.-Con un doble logro, rescatar música culta mexicana de siglos anteriores e impulsar a nuevos valores de este arte del país, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) publicó dos CD en la serie “Grandes voces de la ópera en México”.


Se trata del par de fonogramas “Canciones y valses mexicanos” y “Una tarde barroca”, en el que la Unidad Xochimilco de la UAM edita versiones originales de valses y romanzas mexicanas decimonónicas pero con músicos y cantantes actuales. Ambos trabajos hablan del compromiso asumido por la casa de estudios con la música de antaño de calidad y los artistas que forjan una trayectoria propia, labor en la que ya ha sacado al mercado trabajos de figuras consagradas del bel canto nacional.


En “Canciones y valses mexicanos”, con la soprano Olimpia Delgado Herbert, el barítono Ricardo Delgado Herbert y el pianista James Pullés, se realiza un recorrido por la música mexicana de finales del siglo XIX a principios del XX.
A través de este CD, los hermanos Delgado Herbert hacen un rescate de versiones originales de valses como “Alejandra”, de Enrique Mora; “Carmen”, de Juventino Rosas, y “Dios nunca muere”, de Macedonio Alcalá, entre otros, que permenecen en el gusto de México. La música es interpretada por los cantantes y el pianista con exquisita sensibilidad, cuya heterofonía envuelve al escucha para ofrecerle un panorama en el que la crónica nacional se hace presente por medio de la nostalgia, al rememorar épocas como el México del Imperio, la Reforma y la Revolución Mexicana.


Al respecto, el barítono comentó que este proyecto es un homenaje a los compositores del siglo decimonono que retrataron en sus romanzas y valses la vida cultual y social de un México vilipendiado por guerras internas e intervenciones extranjeras. A su vez, el maestro Andrés de Luna Olivo, coordinador de Extensión Universitaria de la Unidad Xochimilco, dijo que el disco compacto grabado por los jóvenes originarios de Tamaulipas, “va tras la huella de una música que era pura y simple nostalgia de los abuelos”.


En tanto que el fonograma “Una tarde barroca” es una selección cuidadosa de obras del siglo XVIII, escritas para contratenor, considerada una de las tesituras más extrañas y complejas, pero a la vez más cautivadora del bel canto en el ámbito internacional. De acuerdo con un comunicado de la UAM, el disco rescata el trabajo del contratenor Erick Pérez, originario de la Ciudad de México y quien como cantante ha colaborado en diversos ensambles vocales y coros sinfónicos.


Además, se ha presentado con los escenarios más importantes de México, al igual que en países como Austria, República Checa, Polonia y Alemania. La voz del contratenor es un referente de los siglos XVII y XVIII y en el disco “Una tarde barroca” es acompañado por la pianista Fabiola Sánchez Castro, y juntos se adentran en los más recónditos rincones de la música exquisita. Sobre el particular,De Luna Olivo comentó que el trabajo vocal de Erick Pérez es un magnífico ejemplo, “sobre todo porque en la actualidad existen pocos cantantes con esa tesitura”, ya que en los últimos tiempos se ha impulsado a la voz de los contratenores. El material está integrado por 10 cortes, entre los que destacan “Music for a while”, de Henry Purcell; “Stabat mater”, de Antonio Vivaldi, y “Caro mio ben”, de Giuseppe Giodani, entre otros autores.

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