Dedicatoria

Este espacio, lo dedico primeramente a Dios por iluminar mi camino con la dicha del arte, al igual que agradezco a mi padre Sr. Ricardo Delgado García por haberme inculcado el amor a las artes y en especial a la música mexicana, quien en sus años juveniles también incursionó en el canto como un tenor lírico con sus maestros Jaime Nolla Reyes y el tenor José Sosa a quienes se abrieron con el transmitiendole los conocimientos como cantantes.









Al Mtro. Enrique Jaso Mendoza, que en paz descanse,  hijo de la gran soprano mexicana Mercedes Mendoza, por haberme sacado desde las bambalinas escenográficas y vocalizarme para conformar mi registro de voz y al igual que me hizo entender que el valor de la música y el hacer arte, no eran excluyentes uno del otro y que la pintura y la música se iban a lograr siempre y cuando mi voluntad quisiera.
 


A la Mtra. Lupita Campos, por haberla conocido, gracias a su esposo Mtro. Gabriel Saldivar, que entre los pasillos de los ensayos en los coros delegacionales y cuando pertenecí al Coro Tlalpan bajo la dirección de la Mtra. Lucía García Salinas,  los pude identificar como grandes personas y seres humanos que brindaban sus conocimientos a los que nos acercabamos en esta grata pasión. 
Al enterarme del fallecimiento del Mtro. Saldivar, tuve comunicación años más tarde con la Mtra Lupita Campos quien nos abrió sus gavetas repletas de partituras polvosas de maravillosa música mexicana que el Mtro. Saldivar fue recopilando y gracias a la confianza de su esposa Lupita y su hija Patricia Mijares Campos, pudimos acceder, Daniel Madero y yo a ese maravilloso mundo, para escanear tan valioso material, que ahora estamos interpretando en nuestros conciertos y que desde hace ya algunos años hemos estado en la tarea de darlo a conocer y redescubrir nuestra historia.



Esto es un recuerdo donde la música mexicana estaba implícita en mi juego de niño que con el paso del tiempo se volvería una pasión, aquí mi hermana Olimpia y yo, la cantamos a capela, en el puerto de Tampico por el año de 1978, ese fue nuestro primer dueto divertido como hermanos que experimentamos cantando  El Novillero perteneciente a la suite española del gran Agustín Lara, Olimpia lleva el acompañamiento y yo la canto.
¡Gracias papá por educarnos musicalmente!
 

"El Novillero"
Agustín Lara 
Ricardo y Olimpia Delgado Herbert
1978





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